EXPLOTACIÓN ANIMAL
EXPLOTACIÓN ANIMAL  
  INTRODUCCIÓN
  ENTRETENIMIENTO
  VESTIMENTA
  EXPERIMENTACIÓN
  ALIMENTACIÓN
EXPERIMENTACIÓN

EXPERIMENTACIÓN


   La experimentación en animales provoca en la actualidad la muerte y tortura de millones de víctimas en contra de su voluntad. Esto equivale a que cada segundo mueren 33 animales en algún laboratorio en el mundo.  Son utilizados para la industria de la medicina, la investigación, la industria cosmética, la alimentación de mascotas, la industria militar y aéreo-espacial, etc. Los animales utilizados van desde conejos, cobayas, ratones, perros, gatos, monos, caballos, vacas, ovejas, y un largo etcétera. La vivisección es la práctica de experimentar en animales vivos, al contrario que la disección, en la cuál estos estarían muertos.



  Sin embargo, tras siglos utilizándose estas prácticas, hoy en día no se puede afirmar que sean fiables a la hora de extrapolarlas al ser humano. Una minoría de las enfermedades humanas (tan solo el 2 %) se han presentado en los animales. Esto es debido a las determinantes diferencias bioquímicas, anatómicas y fisiológicas que existen entre individuos de especies diferentes. Sólo cabe comprender las notables divergencias de edad o sexo entre individuos de la misma especie, como las hay entre adultos o niños, hombres y mujeres, para darse cuenta de lo impreciso y peligroso que resulta extrapolar resultados obtenidos del testeo de animales. Aún así, y contrariamente a esto, son numerosos los  científicos que han defendido desde hace tiempo la necesidad de estas pruebas gracias a las semejanzas fisiológicas entre animales y humanos, pero si efectivamente son tan parecidos a nosotros, entonces deberían de ser considerados moralmente iguales, en la medida del respeto a sus derechos de no ser torturados ni asesinados, ni siquiera para la investigación ni el avance de la medicina.
 


  Otro motivo importante en contra de éstas prácticas es la falta de necesidad dada la existencia de métodos alternativos sin el uso de animales, como la investigación In Vitro en tejidos, cultivos de bacterias, virus y hongos, la disección en animales o humanos, la investigación genética, y los estudios que se realizan en personas voluntarias sin riesgos para la salud. Éstas metodologías hoy en día están empezando a desarrollarse y a crecer y por ello resultan más caras que las prácticas en animales, y quizás sean más lentas a la hora de avanzar científicamente, pero es necesario un replanteamiento de las pruebas a realizar debido a la gran cantidad de sufrimiento gastado en seres sintientes y con una capacidad para la vida igual a la nuestra. La inmoralidad de la vivisección es el motivo suficiente para abandonar estas prácticas, incluso en el campo de la medicina o la ciencia, pues nadie querría que su perro o gato fuera el conejillo de indias en un laboratorio. El humanismo y la empatía hacia seres de otras especies a de ser extendido no solo a aquellos que están más cercanos a nosotros sino a toda su totalidad, pues el sufrimiento y la capacidad de sentir dolor es el mismo en todas las especies.

 

Prácticas de experimentación

 

- Médico quirúrgicas, como transplante de órganos, miembros como la cabeza, etc.
- Determinar la toxicidad de algunos productos sanitarios.
- Prácticas de biología en universidades, tanto en disección como en vivisección.

- Mutación genética de órganos de animales.
- Experimentos militares, que consisten en la ingestión de productos tóxicos y nocivos    para comprobar su reacción en animales, por ejemplo dosis de explosivos (perros beagles).
- Experimentos aéreo-espaciales.
- Experimentos para cosméticos y productos del hogar, para probar su seguridad.
- Experimentos en psicología humana para medir el estrés, la ansiedad, el aislamiento,       los efectos de las drogas en el comportamiento, etc.
- Experimentar con nuevos medicamentos antes de usarlos en humanos.


 

  Pricipales métodos  de las prácticas de experimentación


 -Test de Driaze. Consiste en verter diversas sustancias como cosméticos, blanqueantes, champús, detergentes, etc. en los ojos de los animales para ver qué reacciones produce. Los conejos son los más utilizados debido a la escasez de líquido lacrimoso que producen. Se les inmoviliza del cuello de tal manera que no puedan soltarse ni frotarse el ojo. Los efectos que se originan tras estas pruebas son desde hemorragias, úlceras y hasta ceguera. Ëste método es conocido por el extremado dolor que produce en los conejos.
 


  -Test DL-50. que significa que en el experimento la sustancia ingerida causará la muerte a la mitad de los animales utilizados. Si las sustancias son poco dañinas se les administra mucha más cantidad que provoca directamente la muerte por sobredosis. Los efectos que provocan estas espantosas prácticas son múltiples: diarreas, úlceras, adelgazamiento, hemorragias nasales y bucales, lesiones pulmonares, renales y hepáticas, coma y muerte.
 


  -Estudios de inhalación. Son estudios realizados en cámaras estancas donde se  obliga a los animales a respirar gases, pulverizadores o vapores de diferentes clases. Se usan desde productos de consumo humano como el humo de tabaco, desodorantes, maquillaje de ojos, bronceadores, sprays, tintas, aceites hasta otros productos como los usados para guerras químicas, anticongelantes, insecticidas, extintores de fuego, líquidos de frenos, blanqueadores, etc. Los efectos que producen estos estudios son: vómitos, dificultades respiratorias, hipotermia, dependencias físicas en el caso de inhalación de drogas, etc.



  -Otros tipos de prácticas de experimentación menos usados pero no por ello menos crueles son los estudios por toxicidad dermal, realizados sobre la piel de los animales, estudios de toxicidad oral (envenenamiento por la boca), estudios de inmersión, para probar la capacidad de aguante de los animales dentro del agua, o los estudios de inyección, en los que se les inyecta sustancias directamente en músculos y órganos.
 


     Aparte del problema ético, científicamente hablando la experimentación en animales esconde grandes misterios y muy poca credibilidad. Estudios realizados por científicos y médicos antivivisección demuestran la poca fiabilidad de la experimentación animal. Los evidentes errores científicos practicados y divulgados por los defensores a ultranza de la experimentación demuestran la clara intención de manipulación de la realidad con el único fin del enriquecimiento económico del potente negocio farmacéutico y del resto de negocios que se benefician del asesinato y tortura de millones de seres:
 
-    Diferencias entre especies. Los científicos que han postulado desde tiempo atrás la vivisección en animales nos han hecho creer que las similitudes entre especies es suficiente para la extrapolación de experimentos animales en humanos, pero esto no solo no es cierto, sino que es peligroso, ya que en ciencia “similitud” es un término complejo que en la mayoría de las casos lleva a error debido a las grandes diferencias existentes en las mismas: fisiológicas, genéticas, biológicas, anatómicas, inmunológicas, emocionales, psicológicas, sexuales, sociales, etc. Para entender esto pongamos un claro ejemplo: determinados animales utilizados para la investigación toleran medicamentos que son nocivos o hasta mortales para el ser humano y viceversa: los gatos mueren o enferman con la ingestión de aspirinas, las ratas no sintetizan la vitamina C, la penicilina es mortal para las cobayas, la estricnina mata a los hombres pero monos o pollos pueden consumirla en grandes dosis sin daño alguno para su salud, la morfina calma al ser humano, pero a los gatos y ratones les excita de forma muy violenta. Y estos suponen tan solo unos cuantos ejemplos de los miles que podrían citarse.



-    Errores de mantenimiento de las condiciones de vida de los animales. Las condiciones artificiales de cautividad y tortura a las que son destinados los mal llamados “animales de laboratorio” (como si estos hubieran nacido en él), son contrarias a las que todos ellos vivirían en una vida en libertad: privados de espacio, de luz natural, de vida social, sometidos a un estado continuo de estrés, ansiedad y terror, y expuestos a la vista de sus compañeros de jaulas. Inevitablemente todo ello crea desequilibrios fisiológicos que alteran de forma evidente cualquier resultado obtenido por estos medios.
 


-    Error de artificialidad. Este tipo de ciencia se ha basado desde sus comienzos en la recreación del fenómeno de la enfermedad, olvidando la causa que provoca dicho fenómeno. En otras palabras, se dejan de un lado las causas o factores que determinan una enfermedad cualquiera, con lo que el proceso vuelve a manifestarse continuamente. Un claro ejemplo es la investigación de los diferentes tipos de cáncer de humanos (más de 200), en la que se recrea el fenómeno tumoral para erradicarlo pero no las causas que han creado dicho tumor, además de las grandes diferencias de enfermedades por las ya mencionadas anteriormente diferencias de especies. Se intenta contagiar en animales sanos enfermedades propias de humanos y estudiarlas como si fueran naturales cuando en realidad son artificiales (investigación experimental).



-    Error ético. Por último, el más grave de los errores cometidos por la ciencia experimental o ciencia asesina, es el haber dejado de lado el problema ético, que demuestra la influencia especista de la especie humana sobre el resto de especies. Los científicos que extendieron estas prácticas como inevitables para el desarrollo científico y médico arguyeron en su favor que si los animales eran utilizados para alimento porqué no iban a serlo para la ciencia. Sin embargo, esto tampoco es comparable pues el estudio científico dista mucho de ser lo mismo que los hábitos y costumbres sociales. Aunque todo esté relacionado, nunca será justificable el uso de animales para beneficio humano sobre todo por el hecho de que existen medios alternativos, más válidos e indiscutiblemente más justos, ya sea en el ámbito de la alimentación como en el de la ciencia. Por otro lado, ¿cómo es posible llegar a entender que científicos que claman por el bien de la humanidad y el avance de la ciencia, en su labor diaria sean capaces de torturar y asesinar sin escrúpulos a seres vivos, máxima expresión del sadismo y del desprecio por la vida ajena?  Estos individuos no escapan a las influencias de las que todos estamos inmersos, y el poder y respeto que se les otorga bien deberían usarlos en la medida justa del trabajo que realizan. Ciencia y ética deberían de ser dos cosas inseparables. Y ya es hora de que lo sean.
 

FUENTES:
www.defensaanimal.org
www.stopexperimentacionanimal.org


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